Ayer por la mañana Madrid, como muchas otras
ciudades españolas amaneció como si hubiera pasado una manada de elefantes por
ella. Los manifestantes y piquetes que acudieron a la huelga general se
pasearon durante toda la noche por las calles de la ciudad pegando pegatinas
por todas partes, haciendo pintadas en las fachadas y puertas de bancos, y
pequeños y grandes comercios, esparciendo panfletos por el suelo, cortando
calles y carreteras principales a la hora de ir a trabajar, destrozando
autobuses… Actos que si los observásemos en un grupo de chavales adolescentes,
sin duda calificaríamos como vandálicos.
¿Y esto es una huelga general? Yo diría que
más bien son 24 horas de trabajo intensivo no remunerado, bajo la
manipulación de unos sindicatos que velan únicamente por su propio interés. Y
no sólo no se quejan por ello, sino que lo hacen gustosos y están orgullosos de
sus fechorías.
Lo verdaderamente irónico es que hayan
elegido como lema “¡Quieren acabar con
todo!”. Me pregunto si realmente no querrían decir “¡Queremos acabar con todo!”. Al menos eso es lo que hicieron
durante el día de ayer: Intentar acabar con todo y con todos los que
prefirieron adoptar una actitud responsable y asistir al trabajo. Por ello,
dada la forma en que se entiende el concepto de huelga en España, a nosotros
nos gustaría proponer un nuevo sistema para la huelga: que dure 2 días, uno
para destrozar y otro para recoger y limpiar las calles. Seguro que entonces no
habría tantas personas dispuestas a ir a la huelga, o por lo menos no tomarían
la huelga como una excusa para tener dicha clase de comportamiento.
La pregunta ahora es si de verdad servirá de
algo todo este daño que han hecho, porque por muy descontentos que estemos
todos con la reforma laboral, también sabemos que es necesaria, y no la van a
cambiar por mucho que protesten o por muchos cubos de basura, bancos o fachadas
que destrocen. Espero que al menos se hayan quedado a gusto pagándolo con el
mobiliario urbano y con los demás ciudadanos que desde luego ninguna culpa
tienen.
Roger Osom