Nos vamos de procesión

Llega la semana santa, y con ella sus tradicionales y emotivas procesiones que se celebran en buena parte de España y especialmente en Andalucía. Decenas de cofradías entrenan durante todo el año para el esperado momento de pasear los tronos por las calles de la ciudad de turno, y nos deleitan durante toda la Santa Semana con este espectáculo visual, musical, y espiritual que a más de uno nos saca alguna lagrimilla. Y es que miles de personas en España, sean católicos o no, disfrutan cada año con nuestras procesiones, que sin duda forman parte del riquísimo acervo cultural español.

Sólo son unos pocos los que pretenden aguar la fiesta con lo que han denominado “antiprocesiones ateas” que son una especie de manifestaciones dirigidas por un puñado de intransigentes, cuya principal finalidad es "cagarse", con perdón, en todos los creyentes y hacer alusiones poco decorosas a las madres de religiosas, sacerdotes, incluso a la madre de monseñor Rouco que poco o nada tiene que ver con este tema. Menos mal que este año se ha impuesto la razón y la sensatez y se ha decidido desconvocar este tipo de concentraciones sin asunto ni fundamento. Es sorprendente que de verdad haya personas que no tengan otra cosa mejor que hacer además de quejarse por todo. Y es que no falla ¡Siempre son los mismos! Los del 15M, 29M, antiprocesiones ateas…Se apuntan a todas las fiestas. Además, estas manifestaciones que según ellos son una forma de ejercitar su derecho a la libertad de expresión, son también, o principalmente  un ataque a otro derecho fundamental que nuestra Constitución contempla, la libertad religiosa y de culto.
¿No es verdad el dicho aquel que reza "tu libertad acaba donde empieza la de otro"? Aquí más que nunca debería aplicarse este proverbio.

Pero la verdadera aguafiestas en estas fechas, y nunca mejor dicho, es la lluvia, causante de muchas lágrimas de los que son verdaderos devotos de las Vírgenes, Santos y Cristos que protagonizan los pasos de Semana Santa. Raro es el año que no vemos en el telediario a las abuelitas o a los costaleros de turno llorando porque no ha podido salir la procesión, o porque se ha tenido que volver corriendo al resguardo de la lluvia tras haber empezado la procesión, para salvar los tronos...

Esperamos sinceramente que esta Semana Santa se porte bien el tiempo, y que los ateos intolerantes sean capaces de contenerse.

Felices vacaciones.

Roger Osom